ZEN ESPAÑOL
 

BUDISMO ZEN SOTŌ

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Diario de una monja
Autor: Asistente de Soko Daido Ubalde
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Este es un nuevo libro en el que Honshin, monja Zen por voluntad propia, comparte su experiencia del Camino como mi asistente.

Es casi un diario de nuestra convivencia y mutuo aprendizaje que cada lector habrá de convertir en útil siempre que esté interesado en esta Práctica Budista exenta de magias y supersticiones. Ambos tratamos de “hacer lo que hay que hacer” sin calcular los resultados aunque pocas veces lo consigamos. Como un rayo, nos pasa por la mente pensante el deseo de conexión y ayuda, el sentimiento de compasión por los que sufren sin comprender aún el sentido del Sufrimiento que según sabemos y comprobamos en nosotros mismos está causado por el Ego inmaduro, tópico, aprendido y condicionado, aleccionado en el lógico aprendizaje social.

Ciertamente otras veces, se nos ocurre un “total para qué ayudar” que no sabemos responder quizás porque no tenga respuesta alguna ( ya le ocurrió a Dogen). En otras ocasiones aparece un “que cada palo aguante su vela” y hasta “eso es problema del Cosmos y no nuestro”. Todo vale y nada vale al mismo tiempo, “en cien años todos calvos”...

El caso es que Honshin pone abiertamente de manifiesto la humanidad de su intento, su lucha, su búsqueda y también sus mecanismos de resistencia, su personaje, sus hallazgos y deslumbramientos, las contradicciones observables a sus ojos como enmascaramientos del Ego propio a la vez que del ajeno, a la vez fogonazos de Lucidez y comprensión que se alternan con obscuridades y confusiones en el proceso de transformación, reprogramación, peregrinación, en resumen, desde el Egocentrismo al Cosmocentrismo. Es preciso aprenderlo y mantenerlo. Desde tener un lugar en la mente ocupado por su Ego, a percibir un lugar en el Cosmos.

Esta lucha, lo vais a leer, es una rebeldía fundamental, un esfuerzo de reconocimiento de su verdadero rostro:

Honrai-No-Menmoku. Es una metamorfosis que transcurre por otros caminos que los convencionales desde donde se puede ver, tan saludable como temible, ( como echarse a dormir, cosa que hacemos todos los días perdiendo el control de la mente que piensa). Un entrenamiento para descubrir en lugar de ocultarse entre escombros o las distracciones de los maquillajes que, aumentando interminablemente las anécdotas personales, afianzan el Egocentrismo con mayor sutileza ( y dependencia) sobre todo cuando no se cuenta con una Sanga.

Desde antiguo, se dice: el maestro estudia al discípulo, el discípulo estudia al Maestro, ambos se estudian mutuamente, ambos se olvidan mutuamente y cada vez que se hacen uno (I shin den shin) son observados por los seres que les rodean haciéndose uno con ellos, armonizando. Así, “cuando el Ego retrocede y avanzan las diez mil cosas, hay Iluminación, Lucidez. Cuando avanza el Ego y retroceden las diez mil cosas, hay engaño, falsedad”. Cuando hay falsedad desaparece la armonía y Maestro y discípulo vuelven a hacerse dos y luego uno de nuevo encontrando el centro o substituyéndole por falsos centros. Este intercambio, ósmosis vital, simbiosis más allá del proyecto o previsión alguna es Katto: los ojos abiertos y limpios, el equilibrio y el desequilibrio, la mente alerta con deseos e ilusiones y sin ellos,... en tránsito continuo, en transformación e Impermanencia con todas las cosas.